Juan Sánchez Porras, presidente de la Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza, acompañó al diputado Íñigo Alli Martínez de UPN, al registro del Congreso de los Diputados, en señal de apoyo a dicha iniciativa.
El pasado 29 de marzo el diputado Íñigo Alli de Unión del Pueblo Navarro [UPN] registró una proposición en el Congreso de los Diputados que insta al Gobierno Central para que desarrolle, en el plazo de seis meses, un Plan Nacional de Prevención contra el Suicidio con medidas, políticas y programas concretos actualmente inexistentes en España. Tratándose de un grave problema con especial incidencia entre la población adolescente, anciana y entre quienes presentan un trastorno mental, se hace urgente proporcionar pautas prácticas de actuación a educadores, familiares, agentes sociales, cuidadores y profesionales sanitarios, así como difundir una información veraz y científica respecto al suicidio que contribuya a eliminar el estigma que este dramático hecho puede llevar asociado.
El Presidente del Teléfono de la Esperanza, Juan Sánchez Porras, estuvo presente en el momento del registro de la proposición no de ley visualizando el apoyo de la sociedad civil a la iniciativa del político navarro y ofreciendo la experiencia de la Asociación que preside para trabajar, junto con otros colectivos, en la prevención del suicidio.
El suicidio es, además de un drama personal y familiar, un importante problema de Salud Pública. En 2015, el suicidio se mantuvo como la primera causa de muerte externa, con 3.602 fallecimientos, 2.680 hombres y 922 mujeres. Para hacerse una idea de la importancia de esta cifra, baste decir que en el año 2015 el número de fallecidos por accidente de tráfico ha sido de 1.880 personas. A nivel mundial, en torno a un millón de personas se suicidan todos los años. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, habría que multiplicar hasta por 20 las cifras de suicidios para obtener el número de intentos.
En España son varias las Comunidades Autónomas que cuentan con documentos encaminados a la prevención del suicidio y el Ministerio de Sanidad publicó en 2011 la “Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida” orientada al ámbito sanitario.
El fenómeno del suicidio requiere para su correcto abordaje la atención de las autoridades públicas (no solo sanitarias) y de las organizaciones de la sociedad civil. En concreto, en España es la Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza, ASITES, quien lleva más de 45 años trabajando activamente en diversos programas tanto de prevención de la conducta suicida como de intervención ante la misma, liderando y colaborando en diferentes protocolos junto a diferentes administraciones públicas, como pueden ser el Gobierno de Navarra, el Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Málaga, entre otros.
Diversas investigaciones indican que la prevención del suicidio requiere una serie de actividades tales como la creación de las mejores condiciones posibles para la educación de jóvenes y niños, el tratamiento eficaz de los trastornos mentales o el control de aquellos factores que, según los expertos, son factores riesgo. Por tanto, es necesaria la colaboración y coordinación de distintas instituciones para hacer frente a este importante problema social y de salud. La trasmisión apropiada de información y la sensibilización ante este problema son igualmente necesarias para el éxito de los programas de prevención.