El pasado día 17 de abril fallecía en México el poeta insigne de nuestra literatura, Gabriel García Márquez.
Nacido en el año 1927 en Aracataca, una aldea de la costa atlántica de Colombia, Gabo estuvo muy influenciado por su abuelo materno, coronel del ejército y de fuertes convicciones liberales, hasta que en 1936 se traslada a Sincelejo para vivir un tiempo con sus padres. Poco después se trasladaría a Barranquilla para iniciar sus estudios de secundaria
Gabriel García Márquez fue el gran renovador de la literatura en español. Su verdadera pasión por la literatura comienza en Bogotá, al tiempo que inicia su carrera de Derecho, estudios que no acabó por el cierre de la Universidad dadas los disturbios acaecidos en el año 1948, momento en que se traslada a Cartagena de Indias para trabajar en distintos medios, iniciándose así en el mundo del periodismo, su verdadera vocación.
Casado en 1958 con Mercedes Bacha, García Márquez comenzó un periplo de viajes como corresponsal que lo llevará de Barranquilla a Nueva York y finalmente a México. La afinidad del escritor con la Revolución Cubana y su amistad con Fidel Castro dificultaron su estancia en Estados Unidos y en otros países de América Latina. De esta época son sus obras “El coronel no tiene quien le escriba” o “La mala hora”.
Fue en el año 1967 cuando Gabriel García Márquez alcanza su consagración en el mundo literario con la publicación de su magna obra “Cien años de Soledad”, obra traducida a un sinfín de idiomas y de la que se han vendido infinidad de copias en todo el mundo. Pablo Neruda decía que con esta obra asistimos a la mayor revelación en lengua española después de “El Quijote” de Cervantes.
A partir de Cien años de soledad, García Márquez desarrolló una importante carrera literaria con obras como “Relato de un náufrago” o “El otoño del patriarca”, al mismo tiempo que publicaba numerosos ensayos, impregnados de sus ideas políticas.
En 1981 se consagró definitivamente con “Crónica de una muerte anunciada”, novela que inclina a su favor la balanza del Premio Nobel de 1982. Con posterioridad llegarían otras obras maestras como “El olor de la guayaba” o “El amor en los tiempos del cólera”.
De sus últimas obras hay que mencionar “Memoria de mis putas tristes” que levantó no poca polémica por el tratamiento de la prostitución; en 2010 publicó una antología completa de sus conferencias más interesantes, bajo el título de “Yo no vengo a decir un discurso”.
Su obra rompe las barreras del idioma y se considera fundamental para entender la literatura en español del siglo XX., convirtiéndose en el referente de varias generaciones de escritores.
Gabriel García Márquez es uno de los escritores latinos de mayor prestigio internacional. Sus logros literarios, entre los que contamos la obtención del Premio Nobel en 1982, son vastos y no siempre cuantificables.
Hoy día, el nombre Gabriel García Márquez representa la corriente literaria conocida como “realismo mágico”. Nacido a partir de la segunda mitad del siglo XX, el realismo mágico es un estilo literario ecléctico que funde la
realidad narrativa con elementos fantásticos y maravillosos, exagerando la discordancia. La realidad “veraz”, tal cual la podemos conocer en nuestra vida cotidiana, se ve quebrada abruptamente por la introducción de elementos fantásticos, lo que ubica a los personajes
en un contexto que conjuga realidad y fantasía con gracia y fluidez. A través de esta interfase, el realismo mágico refleja toda una serie de supersticiones, creencias populares y religiosas que son propias del sentir latinoamericano.
Gracias por haber compartido su inmenso patrimonio lingüístico y por haber eliminado las barreras del idioma en la búsqueda de la igualdad y de la justicia.
Descanse en la paz de ese hermoso jardín en el que revolotearán para siempre las mariposas amarillas que tanto anheló en vida.
Begoña Crespo.